LA CASA DE DANTE
La “Casa de Dante” se encuentra en el barrio del Trastévere. Es el primer edificio medieval que hallamos tras cruzar el Puente Garibaldi.
Realmente jamás residió Dante Alighieri en ella, ni fue de su propiedad. La Casa de Dante es la sede de la asociación homónima, dedicada a promover la obra de este autor.
Ocupa un antiguo palacio reconstruido en el siglo XV por Everso II, conde de Anguillara. De él toma nombre, siendo conocido como Palazzetto o Torre de la Anguillara (Torre degli Anguillara). Se edificó sobre otro anterior (del siglo XIII), cuya posición permitía controlar el río y la Isla Tiberina, frente a él. Un lugar estratégico en aquéllos tiempos, inmersos en luchas seculares entre los Güelfos (partidarios del Pontífice) y los Gibelinos (que apoyaban al Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico).
Tras la desaparición de la familia Anguillara, el edificio cambió de propiedad en 1538. Pocos años después, un devastador terremoto acaecido en 1542 le provocó serios daños. Mal restaurado, sirvió de establo, matadero, bodega, y progresivamente fue deteriorándose. Así permaneció hasta 1827, cuando fue adquirido por un comerciante del Trastévere, Giuseppe Forti, que estableció en él una fábrica de esmaltes y vidrios coloreados. Sin embargo, a finales del siglo XIX la edificación estaba abandonada y prácticamente en ruinas.
En 1887 el Ayuntamiento de Roma expropió el edificio, incluyéndolo en el programa de rehabilitación viaria del Trastévere. Su restauración fue confiada al arquitecto romano Augusto Fallani (1842-1930), quien la llevó a cabo entre 1892 y 1902.
Se recuperaron entonces algunas de sus antiguas estructuras, incluidos frisos y columnas. También se restauró su escalera interior, cubierta, y la logia (galería porticada) a la que conduce. En el exterior, algunas ventanas cruzadas perduran en la planta superior, si bien las arqueadas de la planta baja son de factura reciente. Sobre el portalón de acceso (del siglo XV) puede verse el antiguo emblema de los Anguilara (dos anguilas cruzadas), también visible sobre la ventana exterior de la torre menor (ante Piazza Giuseppe Gioachino Belli).
En 1920, tras completarse su restauración, el edificio fue cedido a la «Casa de Dante”, una institución fundada en 1914 por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores italiano, Sidney Costantino Sonnino. La institución, sin ánimo de lucro, está dedicada al estudio y divulgación de las obras y figura del insigne poeta florentino Dante Alighieri, (1265-1321), considerado el padre de la lengua italiana. En particular, de la “Divina Comedia”, su obra maestra, universalmente reputada como una de las mejores obras literarias de todos los tiempos.
No obstante, la ceremonia oficial de entrega del edificio tuvo lugar el 21 de septiembre de 1921, tras una ceremonia solemne. Así consta inscrito en una placa de travertino colocada en la pared de la Torre principal.
Traducido del italiano, se lee:
“EN CONMEMORACIÓN DEL VI CENTENARIO
DE LA MUERTE DE DANTE ALIGHIERI,
EL AYUNTAMIENTO DE ROMA,
ESTE EDIFICIO YA «DE ANGUILLARA”,
LO CONSAGRÓ A PERPETUIDAD A LA CASA DE DANTE
PARA EL ESTUDIO Y LA DIVULGACIÓN
DE LAS OBRAS Y DE LA VIDA
DEL DIVINO POETA.
SEPTIEMBRE DE 1921”
Su interior alberga una espléndida Biblioteca (con más de 15.000 volúmenes, algunos de ellos “incunables”), así como una acogedora Sala de Lecturas. El acceso es público, generalmente los lunes, miércoles y viernes, en horario de 16:00 a 19:00 h. No obstante, conviene consultar previamente en su página: casadidanteinroma.it
LA DIVINA COMEDIA
La Divina Comedia es la obra cumbre de Dante Alighieri, quien presumiblemente la escribió entre 1304 y 1321. Relata en ella su propia epopeya durante la Semana Santa (el 8 y el 14 de abril) del año del primer Jubileo, 1300, cuando él contaba 35 años.
Dante inicia la obra como poeta peregrino, representando la natural condición humana. Se describe en una visión, extraviado en una “selva oscura” (la de los vicios humanos) y atemorizado por la presencia de unas fieras (los pecados capitales). Por intercesión de su gran amor, Beatriz, que está en el Paraíso, acude en su ayuda el poeta Virgilio (emblema de la Razón y de la Sabiduría humanas). De su mano, Virgilio (Publius Vergilius Maro, aprox. 70-19 a.C.) le guía en un viaje fantástico a través de los tres reinos del inframundo: Infierno, Purgatorio y Cielo. Pero en la antesala del Cielo, el pagano Virgilio desaparece. Éste ya no puede seguir ascendiendo a regiones tan sagradas. Beatriz le sustituye, y juntos recorren los nueve cielos hasta encontrarse con Dios. En ese momento culminante, Dante desfallece y cesa la visión.
En el transcurso de la obra aparecen todo tipo de personajes y de todos los tiempos: mitológicos, bíblicos, legendarios e históricos. Y con ellos conversan, fundiéndose cultura clásica y cristianismo, religión y política, poesía y teología, etc…
El fin de la obra es reconducir a la humanidad al camino del Bien y de la Verdad, y Dante muestra en ella todo su potencial poético, filosófico y político.
La obra, reproducida en manuscritos, fue impresa por primera vez en 1472. Desde entonces ha conocido innumerables ediciones. Originalmente carecía de título: “Comedia” tan sólo era un subtítulo para diferenciarla de Tragedia (que empieza con alegría y termina con aflicción) y de Elegía (propia lamentación).
El adjetivo “Divino” fue utilizado por primera vez por Giovanni Boccacciio (1313-1375). Y, tras aparecer así publicado en una edición veneciana de 1555, desde entonces fue incorporado permanentemente al título: “La Divina Comedia”.
EL DANTE HISTORIATO
Aparte de los valiosos textos que custodia la biblioteca, merece la pena mencionar la versión conocida como el “El Dante Historiato”. Es una ilustración de “La Divina Comedia” elaborada por su compatriota, el pintor manierista Federico Zuccari. En los dibujos, realizados en España entre 1586 y 1588, colaboraron cuatro jóvenes pintores italianos de su taller. Y constituyen el grupo ilustrativo más impresionante de La Divina Comedia creado antes del siglo XIX.
Su acceso era muy restringido, dada la fragilidad de los dibujos sobre el papel, cuya conservación precisaba de un entorno protegido (a temperatura controlada y sin luz). De ahí que tan sólo ocasionalmente fueren exhibidos cada cinco años.
En total, son 88 hermosos dibujos que se conservan en la Galería de los Uffizi (en Florencia). Gracias a su labor de conservación y divulgación, la Galería los ha digitalizado en Alta Definición. Y pueden apreciarse íntegramente en sus más recónditos detalles. Además, van acompañados de comentarios didácticos y científicos, que ayudan a su mejor comprensión.
Forman parte de la exposición virtual “Alrededor de las estrellas” (A riveder le stelle), disponible gratuitamente en su página web: https://www.uffizi.it/mostre-virtuali.
Ubicación de la Casa de Dante: