EL DIOS SANCUS
El dios Sancus (también conocido como Dius Fidius, Sangus, Semo Sancus o Sanquale), era una deidad romana importada de los Sabinos. Éstos fueron los primitivos pobladores de la colina del Quirinal, antes de fusionarse con los latinos del Palatino.
Sancus era el dios de la lealtad y de la honestidad. Se le tenía por garante de todos los juramentos, protector de los matrimonios, contratos, hospitalidad, negocios y, especialmente, de los acuerdos jurados en nombre y en honor del dios. Incluso los pactos internacionales con otros pueblos se realizaron en su templo. Éste estaba ubicado en la colina del Quirinal, junto a la Porta Sanqualis, que tomó su nombre de él.
Su culto habría sido introducido en Roma por el propio rey Tito Tacio, quien presumiblemente edificó en el Quirinal el templo en su honor. Así mismo, consta que, en el 446 a.C., se erigió otro nuevo sobre sus ruinas. Ello evidencia la pervivencia de su culto como dios ancestral. Su festividad se celebraba el 5 de junio.
Su templo carecía de techo. Como dios de los juramentos y de los contratos, y de las consecuentes sanciones divinas contra su incumplimiento, el ritual ante Sancus requería proceder “a cielo abierto” (el compluvium en las residencias privadas), siempre a la vista de los dioses. Éstos, si se daba el caso, podían lanzar un rayo que fulminara al perjuro. A su vez, el lugar donde cayera el rayo se consideraba lugar sagrado, y el solar en terreno apto para erigir un Templo o formar un Tribunal.
En el interior del templo se custodiaba una estatua de bronce de Tanaquil, la esposa de Tarquinio Prisco (posteriormente llamada Gaia Cecilia), cuyas limaduras se creía que tenían poder curativo, junto con su huso y su rueca (herramientas usadas en el hilado de la lana). Se la tenía por diosa del hogar, similar a Vesta.
También se le erigió otro templo a Sancus en la isla Tiberina.
De este dios derivan, entre otros, vocablos cristianos como “santas” y “santificar”. También la palabra “sanción” (castigo para los que contravienen un convenio), así como el término legislativo “sancionar” (establecer por ley).