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LA ROCA TARPEYA
La roca Tarpeya (en latín arx Tarpeia, y también Tarpeium saxum) es un promontorio rocoso situado en el extremo Suroeste de la colina Capitolina. Tradicionalmente se la ubica sobre el antiguo Vicus Iugarius, en correspondencia con la actual Piazza della Consolazione. En la antigüedad, el aspecto de la colina Capitolina, de unos 40 m. de altura, era muy distinto del actual. El único acceso entonces era desde el Foro, por el antiguo Clivus Capitolinus, y estaba formada por dos abruptos cerros: El Arx (al Norte), fortificado desde la más remota antigüedad, y considerado la fortaleza por excelencia de la antigua Roma. En él se levantaría posteriormente el templo de…
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LA CASA DE LAS VESTALES
La Casa de las Vestales era la residencia (domus) de las Vírgenes Vestales. Estaba ubicada en el extremo oriental del Foro Romano, entre la Regia y la colina del Palatino, en paralelo con las antiguas vía Sacra y vía Nova. Junto con el Templo de Vesta, formaba parte del Atrium Vestae: un único complejo de uso exclusivo de las Vestales. Todo él estaba rodeado de una arboleda sagrada, conocida como Carmenta. De éste bosque hoy no queda rastro alguno, pues fue paulatinamente ocupado por el propio crecimiento urbano. Acabó destruido por las invasiones e incendios que se sucedieron a lo largo de los siglos. El acceso principal a la domus se hallaba…
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VÍRGENES VESTALES
El origen de las Vírgenes Vestales y del fuego sagrado está en la necesidad de mantener un fuego central para el bienestar doméstico, pues era más fácil mantener un fuego constantemente que volver a encenderlo. Su función provenía de tiempos de los antiguos pobladores, cuando a las mujeres jóvenes y solteras, al no tener familia ni tareas hogareñas a las que dedicarse, se les asignó la función de vigilar el fuego sagrado. Para mantener la esencia pura e indestructible del fuego se encomendó su cuidado a cuerpos sin contaminación ni mácula; por ello las Vestales habían de ser y mantenerse vírgenes, y convertirse en expertas en cuidar el fuego, de…
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TEMPLO DE VESTA
A emulación de la griega Hestia (encargada de vigilar el fuego sagrado en la morada de los dioses, el monte Olimpo), Vesta era la diosa del hogar de los romanos. En su templo se custodiaba el fuego sagrado, símbolo de la vida de la ciudad. Vesta significa “llama viva”; y de la llama no nace ser alguno. Con razón es “virgen” quien no da de sí semilla alguna ni la acepta, y gusta tener compañeras vírgenes. Según Dionisio de Halicarnaso, los romanos creían que el fuego sagrado de Vesta estaba estrechamente ligado a la suerte de la ciudad y su extinción se veía como una premonición de desastre. Vesta era hija…