LA CASA DE LA ARQUITECTURA
La Casa de la Arquitectura (Casa dell’Architettura) es una monumental construcción ubicada en un espacio urbano inspirado en la típica “plaza parisina”. Está configurada en un jardín cercado ennoblecido con la presencia de restos arqueológicos de las murallas servianas.
Surgió de la idea del empresario Pietro Garganico, quien pretendía una instalación de usos múltiples en la joven capital de Italia, que permitiera albergar el Acuario de Roma, una escuela de piscicultura, una piscifactoría y un área dedicada a la “reventa de peces vivos grandes para la cocina», para satisfacción de los gourmets.
EXTERIOR DE LA CASA DE LA ARQUITECTURA
El edificio, obra del arquitecto Ettore Bernich, se inauguró en 1887. El aspecto exterior es monumental, y pueden identificarse claramente las diferentes partes que lo conforman: un cuerpo cilíndrico con una base elíptica combinada con una proyección de entrada con un arco nicheado.
El acceso está conformado por dos tramos de escaleras simétricas. La combinación de estos elementos revela la inspiración de diferentes tipos de arquitectura clásica. En particular, del Anfiteatro para el cuerpo cilíndrico y el Arco de Triunfo y el Ninfeo para la fachada frontal.
El frente presenta una rica decoración inspirada en temas acuáticos. A ambos lados del nicho central hay dos santuarios decorados con esculturas de estuco, tratadas con bronce falso, que representan “La Pesca”, a la derecha, y “La Navegación”, a la izquierda. Las dos rondas de alivio, enmarcadas por dos cariátides y coronadas por los santuarios, están inspiradas en el mismo tema de la pesca.
El motivo de los dos delfines con el tridente que corona el friso de la cornisa repite el mismo motivo decorativo que el de los baños de Agripa, junto al Panteón, hallado en 1882. La parte superior del ático está presidida por una escultura que representa un “Carro de Venus tirado por un tritón y una nereida”. Aunque, debido al paso del tiempo y a la pobreza de los materiales empleados, partes significativas de esta escultura decorativa de coronación se han perdido.
Recientes trabajos han tratado de restaurar el conjunto, recuperando casi totalmente la fisonomía original del acuario. El acabado superficial exterior está pintado en yeso, a imitación de travertino, con algunas partes del pedestal, el podio y la balaustrada de travertino. El color contribuye a darle un aspecto severo y monumental, referente de los modelos imperantes en la arquitectura romana.
INTERIOR DE LA CASA DE LA ARQUITECTURA
Su interior revela una sala central caracterizada por una particular riqueza decorativa, donde el espectador es conquistado por el brillo de los colores y las luces, fascinando la espectacularidad del conjunto y la profusión de decoraciones. El pasillo está marcado por una doble hilera de columnas corintias de hierro fundido que sostienen la galería superior y el techo. A esto corresponde una doble orden corintia de semicolumnas y pilastras a lo largo de los muros perimetrales. El conjunto es una especie de marco visual que rodeaba la planta baja de los acuarios, ahora amurallada, cerrada por las ventanas.
Las pinturas, obra de Silvestri Toeschi, están inspiradas en temas mitológicos relacionados con el agua, donde escenas únicas, como el “Triunfo de Amphitrite y Neptune”, “Galatea y Polyphemus”, “Neptune que calma la tormenta” o “Circe esperando a los barcos de Ulysses”, se enrollan en la bóveda con figuras que aluden a las tormentas y conectan al hombre con el mar.
El autor recurre a su repertorio figurativo dando forma a su libre ingenio. Recrea escenas agradables en línea con el lugar y sus funciones recreativas, en las que se evalúan figuras de niños, eróticas, o incluso “faunitas”, donde ninfas o bacantes juegan maliciosamente, persiguiéndose, intérpretes de momentos que parecen ser tanto de idilio ingenuo como de guiño licencioso.
Un ejemplo de la meticulosidad y refinamiento decorativo es la caja real, con los estantes de un barco en forma de tribuna. El friso, con delfines que corren bajo el balcón, y los capiteles dóricos son otros detalles del escenario de madera, con motivos de delfines y conchas policromados en tonos de oro, plata y acero.
Al enriquecimiento del habitáculo contribuye el suelo de mosaico, cuyo diseño subrayó el patrón elíptico de la estructura del tragaluz. Una serie de toldos, desde las cortinas del escenario, hasta los pasamanos de las barandillas, las cortinas de satén y las ventanas, completaron originalmente la decoración.
HASTA NUESTROS DÍAS
Pero como tal, el acuario, con sus tanques de peces, no duró más de una década. Su administración fallida hizo que el edificio fuese entregado al municipio. Éste lo usó como almacén de material del cercano Palacio de Ópera y como edificio «multifuncional». Fue sede de las oficinas electorales y de diversas actividades: exposiciones, fiestas, representaciones teatrales, cine, pista de hielo, espectáculos circenses, conciertos …
Tras una rigurosa restauración en 1985, desde 2002 el monumental edificio es Sede de la Casa de la Arquitectura.