ARCO DE LOS ARGENTARIOS
El Arco de los Argentarios es uno de los pocos monumentos intactos de época imperial. Incrustado en un lateral de la fachada de la Iglesia de San Jorge in Velabro, más que un arco es una puerta monumental de la antigua vicus Jugarius, la vía urbana que permitía el acceso al Foro Boario (antiguo mercado de ganado).
HISTORIA DEL ARCO DE LOS ARGENTARIOS
Fue dedicado por el gremio de cambistas y comerciantes de bueyes de la zona (los argentarii et negotiantes boarii huius loci, por ello llamado “Arco de los Argentarios”), al emperador Septimio Severo (primer emperador romano de origen norteafricano) y a su familia en 204 d.C.
El arco presenta dos bajorrelieves encuadrando la inscripción dedicatoria sobre el lado meridional, que se sobrepone al friso y al arquitrabe. Estos bajorrelieves representan a Hércules y a un genio.
Los paneles del interior, en cambio, tienen relieves con pasajes y escenas de sacrificio, con figuras simétricamente contrapuestas. A la derecha están representados Septimio Severo y Giulia Domna, mientras que una figura borrada debía representar a Geta. Sobre el lado izquierdo se representa a Caracalla, que en un origen tenía al lado a su esposa Plautilla y al prefecto del pretorio Plauziano, también borrados. El motivo de la eliminación de estas tres figuras es la damnatio memoriae de Caracalla.
En el lado externo del pilar occidental el panel representa a soldados y prisioneros bárbaros.
El lado frontal, entre las dos lesenas angulares decoradas con estandartes romanos, se conserva una figura con una túnica corta.
Asimismo, sobre los relieves mayores, paneles más pequeños representan a Victorias (Nikés) o águilas, y bajo el mismo, aparecen escenas de inmolación de las víctimas sacrificadas.
Llama la atención la parte artística y decorativa del arco, pues los artífices sintieron lo que se llama horror vacui (miedo al vacío), y apenas dejaron hueco libre de figuras y hojarasca, rellenando hasta el último espacio. Toda la composición es puramente ornamental, con una laberíntica decoración vegetal entrelazada con figuras humanas.
El monumento, de 6,60 m, de alto y 5,86 m. de ancho, está formado por dos pilares de mármol blanco. El de la derecha fue incorporado en el pórtico de San Jorge en 683 d.C. Sostienen un arquitrabe horizontal, también de mármol, quizás reciclado, y perteneciente a la época domicianea (siglo I d.C.). Probablemente estuviese coronado con estatuas de bronce dorado de la familia imperial.
UNA CURIOSIDAD DEL ARCO DE LOS ARGENTARIOS
En época medieval varias leyendas referían que en los mismos pilares del arco, o bajo ellos, estaba escondido el tesoro que los antiguos comerciantes de la zona enterraron durante los días de la invasión goda de Alarico (año 410).
Aún podemos ver algunos agujeros realizados por quienes pretendieron encontrarlo (sin ningún resultado, que se sepa).