Cárcel Mamertina
ROMA ARCAICA

LA CÁRCEL MAMERTINA (TULLIANUM)

La cárcel Mamertina era una prisión (carcer) ubicada en el Foro Romano. Está situada en la ladera Noreste del monte Capitolino, sobre una antigua cisterna etrusca, con acceso a la Cloaca Máxima. Es una cámara abovedada de techo bajo, de unos 2 m. de alto (antes 3,5 metros). La planta es circular, con un diámetro de 7 metros.

 

 

Originalmente (principios del siglo X y IX a.C., en plena Edad de Hierro) fue recavada usando una serie de túneles (lautumiae) de las canteras de arcilla que ya existían en el vientre de la colina, donde más tarde se conformó esta sala como una cisterna en el suelo del segundo nivel, donde hay un pequeño pozo redondo, de unos 38 cm. de diámetro y 65 cm. de profundidad, del que brota un manantial de agua.

En este nivel inferior era donde estaban los prisioneros. Hasta allí los conducían a través de una apertura circular abierta en el centro del pavimento de la planta superior, que era el único acceso de entonces (hoy cubierto por una reja). Con el tiempo se construyó un paso entre la cisterna y la Cloaca Máxima, posteriormente ampliado, en época de Tiberio, para permitir también deshacerse de los cadáveres. La escalera que hoy facilita el tránsito entre ambas estancias data del siglo XIV.

 

carcel mamertina

 

Tras su destrucción por los galos (senones), que comandados por Breno saquearon Roma en 390 a.C., se reconstruyó alrededor del 386 a.C. Se edificó sobre la que, entre el 578-535 a.C. había mandado erigir el rey Servio Tulio (Servius Tullius) ampliando una edificación anterior del rey Anco Marcio (640-616 a.C.). Por él fue conocida como Tullianum, según referencian Livio, Varrón o Salustio. No obstante, otros apuntan que su nombre procede del latín arcaico “tullius” (chorro de agua), en referencia al mencionado manantial preexistente.

El historiador romano Salustio (Cayo Sallustius Crispus, 86-35 a.C.), en su obra “Conjuración de Catilina”, la describió así:

 

“Hay en la cárcel, al subir, un poco a la izquierda, un lugar que llaman el Tulliano, a una profundidad de unos 12 pies bajo la superficie de la tierra. Está encuadrado por cuatro paredes y encima hay una bóveda formada por arcos de piedra. Pero dado su abandono, su oscuridad y su hedor, su aspecto es desagradable y terrible”.

 

 

Cámara inferior de la Cárcel Mamertina

 

Ubicada cerca de los Tribunales de Justicia, la Cárcel Mamertina se usó como celda para breves retenciones, antes de las ejecuciones, o como lugar para ejecutarlas. La ley romana no reconocía la prisión, en sí, como uno de los tipos de pena. Los prisioneros de alto rango, romanos o extranjeros, eran retenidos, por norma general, bajo custodia de romanos particulares, a veces en las casas o fincas rústicas de éstos. Ésta era la cárcel para reos de delitos contra el estado, de lesa majestad y para los enemigos de Roma. Estuvo en uso, al menos, hasta el año 368 d.C.

La fachada de travertino que hoy podemos ver, que oculta otra anterior de toba oscura, se realizó alrededor del año 40 d.C., en tiempos del emperador Tiberio. Una inscripción dedicatoria identifica los cónsules que entonces la realizaron: Caio Vibius Rufinus y Marcus Cocceius Nerva.

Muy próxima a ella se encontraban las Escaleras Gemonías (Scalae Gemoniae), así llamadas por los llantos de los condenados que salían de esta lóbrega prisión para ser allí ejecutados.

En la propia Cárcel Mamertina hay un panel con sendas inscripciones (Paganos-Cristianos), recordando a los más ilustres que por allí pasaron:

nombres carcel mamertina

 

  • Gayo Poncio, rey de los samnitas, decapitado en 290 a.C.
  • Varios partidarios de los Graco, estrangulados en 123 a.C.
  • Yugurta, rey de Numidia, dejado morir de hambre en 104 a.C.
  • En 63 a.C., junto con Catilina, varios de los conjurados estuvieron brevemente presos, pero a los senadores Lucio Léntulo Sura y Cayo Cetego los estrangularon aquí en 60 a.C. Junto a ellos también estrangularon a sus cómplices Lucio Estatilio y Cepario de Terracina.
  • Aristóbulo II, rey de Judea, lo decapitaron en 61 a.C.
  • Vercingetorix,  rey de la Galia, tras ser exhibido en su desfile triunfal por Julio César. Lo decapitaron en 49 a.C.
  • El gálata Adiatorix, gobernador de Heraclea, por masacrar poblaciones romanas, fue hecho prisionero. Tras la batalla de Accio (31 a.C.), Augusto lo exhibió en su Triunfo, y lo ejecutaron junto con su hijo menor.
  • Sejano, comandante de Tiberio, fue aquí decapitado, junto a sus hijos, en 31 d.C.
  • El Papa Sixto II, quien, durante las persecuciones cristianas de Valeriano, lo detuvieron mientras estaba celebrando misa en el cementerio de Pretextato. Lo encarcelaron y lo decapitaron en 258 d.C., junto con quienes le acompañaban (Genaro, Vicente, Magno y Esteban, después santificados). Ese mismo día se ejecutó a los diáconos santos Felicísimo y Agapito, y, poco después, al diácono san Lorenzo.

 

La tradición también recoge que aquí estuvieron presos los apóstoles Pedro y Pablo. En el muro de acceso, hoy protegido, se aprecia el pequeño socavón causado por San Pedro tras golpearse con la cabeza cuando el carcelero lo arrojó al interior.

Según la leyenda, durante su encierro San Pedro hizo brotar un manantial. Con su agua bautizaron a los 47 reclusos que los acompañaban y a los carceleros que los custodiaban, Proceso y Martiniano. Éstos, por haberse prestado al bautizo, fueron prisioneros en esta cárcel. Se los juzgó, y, como se negaron a abjurar del cristianismo, los decapitaron en la vía Aurelia, fuera de la ciudad. Sus restos se abandonaron a los perros, aunque se recogieron y enterraron en las cercanas catacumbas de Santa Ágata.

El Papa Pascual I (817 a 824) los declaro santos y mártires, y trasladó sus restos a la antigua basílica de San Pedro. Desde 1605 reposan bajo el Altar Mayor de la Basílica de San Pedro, junto a los restos del santo.

Actualmente está ocupada por dos iglesias superpuestas: San Giuseppe dei Falegnami (arriba) y San Pietro in Cárcere (abajo). Es esta última la que el Papa San Silvestre convirtió al culto (314 d.C.), dedicándola a San Pedro. Por ello, la cruz del altar de la capilla inferior está invertida, pues así quiso San Pedro que lo crucificaran (boca abajo).

La actual denominación de Mamertina se supone es una referencia medieval debida a su proximidad a un antiguo templo (ya inexistente) dedicado al dios sabino Mamers (Marte). Sin embargo, es más probable que tomase este nombre de Claudio Mamertino. Éste fue un prestigioso comandante militar (sería cónsul en 362 d.C.), propietario entonces de estos terrenos.

 

 

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