JESÚS MENDICANTE

Bajo el título de «Jesús Mendicante» agrupamos las obras del escultor canadiente Timothy  P. Schmalz (1969). Son recreaciones escultóricas de Jesucristo, realizadas en bronce fundido y de tamaño natural.

 

 

Este famoso escultor lleva más de 25 años esculpiendo obras de arte que glorifican a Cristo. Conforman un lenguaje visual, universal, que fluye entre el artista y el espectador. Y que nos acerca al Evangelio, al sentir humano y cristiano.

Con ellas el autor logra que nos detengamos ante su presencia. Y nos hace profundizar en nuestra espiritualidad, en la búsqueda de ese sentido vital que apenas percibimos.

Fueron creadas con ocasión del Jubileo Extraordinario de Misericordia, y están inspiradas en un pasaje del Evangelio según San Mateo (“El Juicio Final”, 25):

 

“…Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer;

tuve sed, y me disteis de beber;

era forastero, y me acogisteis;

estaba desnudo, y me vestisteis;

enfermo, y me visitasteis;

en la cárcel, y vinisteis a verme.

Entonces los justos le responderán: “Señor,

¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber?

¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?

¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?

Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis. …”

 

Estas obras, concebidas y fundidas en Canadá, se colocaron en 2016 en puntos estratégicos de la ciudad de Roma.

“Cuando estaba enfermo”

Habitualmente solemos pasar de largo ante la presencia de personas débiles y enfermas. Esta escultura recrea la imagen de Jesús como tal, y nos hace recapacitar: posiblemente no mostremos esa indiferencia en lo sucesivo.

Es una escultura original, con unas medidas de 53’34 cm. de alto, 180’34 cm. de ancho y 81’28 cm. de profundidad.

Está ubicada en la fachada izquierda del Hospital Santo Spirito (Lungotevere in Sassia, 1), el hospital más antiguo de Roma. Justo a escasos metros del acceso principal.

 

Una leyenda (Mateo, 25, -36), también en bronce, la identifica (en italiano e inglés):

“Ero malato e mi avete visitato”

“I was ill and you visited me”

(Estaba enfermo y me visitaste)

 

 

“Cuando tenía hambre y sed”

Esta escultura, también original, se halla en el mismo Hospital Santo Spirito, junto al rincón derecho que conforma la fachada, junto a la puerta principal. Su ubicación fue decisión del propio administrador, a quien le encantó la obra.

Es una representación visual de la Caridad. El autor representa así a Cristo, y nos induce a ver en Él a los pobres y hambrientos. Y nos recuerda que cualquier acto de bondad, lo hacemos también a Él.

La estatua, de apariencia natural, tiene unas dimensiones de 76’20 cm. de alto, 71’12 cm. de ancho y 68’58 cm. de profundidad.

Una leyenda (Mateo, 25, -35), en bronce, la identifica igualmente en italiano e inglés:

“Ho avuto fame e mi avete dato da mangiare, o avuto sete e mi avete da bere”

“I was hungry and you gave me food, I was thirsty and you gaveme drink”

(Tenía hambre y me diste de comer, tenía sed y me diste de beber).

 

“Cuando estaba desnudo”

Esta pieza muestra a Jesús como vagabundo desnudo. Está pidiendo limosna, al tiempo que sujeta con sus brazos un trozo de cartón, que le sirve de abrigo.

La escultura está ubicada en el pórtico de la Basílica de San Pietro in Vincoli (San Pedro encadenado), sita en  Piazza di San Pietro in Vincoli, 4/a.

Es otra referencia al mismo pasaje que las anteriores (Mateo 25, -36): “estaba desnudo, y me vestisteis”.

La actitud que representa la estatua pretende confrontar nuestros prejuicios contra los empobrecidos. Nos obliga a ahondar en nuestro interior para poder vislumbrar la dignidad (y divinidad) que en ellos habita.

La pieza, de tamaño natural, mide 60’96 cm. de alto, 76,20 cm. de ancho y 73’66 cm. de profundidad.

 

“Cuando estaba en la cárcel”

Aquí el artista muestra las manos de Jesús saliendo por entre los barrotes de una prisión, y en ellas pueden verse los estigmas de la Pasión.

Ante su presencia se recrea vivamente el texto biíblico (Mateo 25, -36): “en la cárcel, y vinisteis a verme”.

La imagen nos recuerda las palabras pronunciadas recientemente por el Papa Francisco: “Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia”.

La escultura se halla ubicada en el patio existente junto a la pinatoteca de la Basílica de San Pablo Extramuros (San Paolo Fuori le Mura), Piazzale Paolo, 1.

La obra tiene unas dimensiones de 68’58 cm. de alto, 58’42 cm. de ancho y 19,05 cm. de profundidad.

 

“Cuando era extranjero”

Esta estatua, de fundición original, está situada en el centro de Roma. Se halla en el pórtico de la Basílica de San Lorenzo in Lucina (Piazza di S. Lorenzo in Lucina, 6).

La imagen muestra a un Jesús vagabundo, sentado y portando a su espalda una bolsa hecha jirones. Su presencia nos recuerda que debemos acoger a quienes solemos apartar de nuestros círculos sociales.

Carece de leyenda; en la espalda está grabada una cruz y el apellido de su autor (Schmalz). Es una referencia al pasaje “era forastero, y me acogisteis” (San Mateo, 25, -35).

De tamaño natural, sus medidas son: 106’68 cm. de alto, 58’42 cm. de ancho y 99’06 cm. de profundidad.

 

“Jesús sin techo”

Esta escultura muestra a un Jesús vagabundo. Schmalz decidió realizarla tras ver a un hombre que dormía así, al raso, en pleno invierno, como muchos marginados sociales de nuestros días.

Jesús es representado aquí tambado en un banco, cubierto con una ligera manta. Tan sólo se le ven los pies, que sobresalen de la manta, permitiendo apreciar las llagas que allí dejó su crucifixión.

La obra se encuentra en el interior de la Ciudad del Vaticano. Está ubicada en el patio de San Egidio, a la entrada de las oficinas de la Limosnería Apostólica.

La obra, de tamaño natural, tiene unas dimensiones de 91’44 cm. de alto, 213’36 cm. de largo y 60,96 cm. de profundidad. Y el banco en que se halla preserva suficiente espacio para que alguien pueda acompañarlo, sentándose junto a Él.

Es una copia del original que se encuentra en el Regis College, la Facultad Jesuita de Toronto (Canadá).

En 2015 se colocó una copia de esta escultura en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena (c/ Bailén, 10), en Madrid (España).

También Barcelona (España) cuenta desde 2019 con otra reproducción de esta escultura, que puede apreciarse en la céntrica plaza de Santa Ana.

 

“ÁNGELES SIN SABERLO”

Con ocasión de la 105ª Jornada Mundial para los Migrantes y Refugiados, en 2019 se instaló una imponente escultura en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

La escultura, cuyo título original es “Angels unaware” (Ángeles sin saberlo), es obra también obra de Timothy P. Schmalz. Está realizada en bronce; mide 6 m. de longitud y pesa unas 6 toneladas.

Es una homenaje de acogida a todos los migrantes y refugiados, a quienes se debe dar hospitalidad. Está inspirada en un pasaje del Nuevo Testamento (Hebreos, 13, -2):

“No dejéis de mostrar hospitalidad a los extraños, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.

En ella están representados, a escala natural, 140 migrantes y refugiados (el mismo número de esculturas que ornamentan la columnata de Bernini de la plaza). Están apiñados sobre una balsa y muestran proceder de diferentes culturas y períodos de la historia: pueden verse sirios y africanos actuales, y también un judío que huye de los nazis, o un polaco que escapa del comunismo. De entre la multitud sobresalen las alas de un Ángel, sugiriendo que en su interior se halla lo sagrado: entre los migrantes y refugiados.

Una réplica más pequeña (1’5 m. de longitud) también fue colocada en la Basílica de San Pablo Extramuros.

La ingente cantidad de obras realizadas por Timothy P. Schmalz se encuentran dispersas por todo el mundo. Muchas de ellas son copias de las aquí descritas.

Para los más curiosos, la página web: https://www.sculpturebytps.com/ muestra la gran variedad de trabajos realizados por Schmalz. Donde, además, también es posible adquirir preciosas réplicas «en miniatura» de las mismas.