OBELISCO LATERANENSE
ROMA ARCAICA

OBELISCO LATERANENSE

El obelisco Lateranense preside la plaza de San Giovanni in Laterano. Es, con sus 32,18 metros de altura (46 incluyendo la base), no sólo el obelisco más antiguo de Roma, sino el obelisco egipcio más alto de todos cuantos se mantienen en pie en el mundo.

Construido en granito rojo, con unas 230 Toneladas de peso, procede de la ciudad egipcia de Karnak. Data de tiempos del faraón Tutmosis III (1504-1450 a.C.), según indican sus jeroglíficos.

Constantino lo transportó a Alejandría, desde donde debía partir hacia Constantinopla, para ornamentar su nueva capital imperial. Pero, tras su muerte, su hijo y sucesor, Constanzo II (337-361), lo desvió a Roma. Para transportarlo construyó un barco de dimensiones excepcionales para la época. Una inscripción latina en su base narraba la gesta, y, si bien se demolió, Michele Mercati (1541-1593) dejó constancia de su contenido. En 357 d.C., el obelisco se levantó en la spina del Circo Máximo, y en la parte superior se colocó una antorcha de bronce cubierta de oro que reemplazó al antiguo globo dorado golpeado por un rayo. Acompañó al que Augusto colocara en 10 a.C. (hoy en Piazza do Popolo).

Con el tiempo, estos dos obeliscos cayeron y, dado que la zona se transformó en un pantanal, desaparecieron bajo 7 metros de tierra. En 1587 el papa Sixto V decidió recuperarlos y reutilizarlos para transformarlos, junto a otros, en un gigantesco elemento de referencia para todos los peregrinos, ya que así podían llegar e identificar más fácilmente las basílicas e iglesias más importantes de la ciudad.

Tras permanecer enterrado durante siglos, fracturado en tres trozos, el obelisco fue desenterrado en 1587 por el Papa Sixto V. Doménico Fontana lo colocó en 1588 en su actual emplazamiento. Entonces se colocó la actual cruz de bronce que lo remata. Al escultor Matteo Castello da Melide se le encargó esculpir la nueva inscripción (recordando el epígrafe anterior de Constanzo, la contribución de Sixto V y la antigua leyenda bautismal de Constantino). En las cuatro caras de la base, puede leerse:

En el lado que da al Hospital del Salvador:

 

«FLAVIO COSTANTINO MÁXIMO AUGUSTO, VENCEDOR Y AFIRMADOR DE LA FE CRISTIANA, ESTE OBELISCO, POR UN REY EGIPCIO DEDICADO AL SOL CON UN VOTO IMPURO, TOMADO DE SU ASIENTO Y CONDUCIDO POR EL NILO HASTA ALEJANDRÍA PARA DECORAR LA NUEVA ROMA QUE SE ESTABA CONSTRUYENDO EN ESE MOMENTO».

 

Hacia la Scala Santa:

 

«FLAVIO CONSTANZO AUGUSTO, HIJO DE CONSTANTINO AUGUSTO, EL OBELISCO QUE SU PADRE RETIRÓ DE SU LUGAR Y QUE DURANTE MUCHO TIEMPO ESTUVO EN ALEJANDRÍA, LO PUSO EN UN BARCO DE MARAVILLOSO TAMAÑO Y CON TRESCIENTOS REMEROS, TRAÍDO A ROMA CRUZANDO EL MAR Y EL TÍBER CON GRANDES APARATOS LO DEDICÓ EN EL CIRCO MÁXIMO CON EL SENADO Y EL PUEBLO ROMANO».

 

Hacia la Loggia delle Benedizioni:

 

«CONSTANTINO, VICTORIOSO POR LA INTERCESIÓN DE LA CRUZ, BAUTIZADO EN ESTE LUGAR POR SAN SILVESTRE, PROPAGÓ LA GLORIA DE LA CRUZ».

 

Finalmente, hacia via Merulana :

 

«SIXTO V PONTÍFICE MÁXIMO, ESTE HERMOSO OBELISCO, ROTO POR LA CALAMIDAD DE LOS TIEMPOS, CON UN GRAN GASTO EXTRAÍDO DE LAS RUINAS DEL CIRCO MÁXIMO DONDE FUE ENTERRADO PROFUNDAMENTE BAJO EL SUELO FANGOSO. EN ESTE LUGAR, CON GRAN ESFUERZO, LO DIRIGIÓ Y, VOLVIENDO CUIDADOSAMENTE A SU ASPECTO ANTIGUO, LO DEDICÓ A LA MUY ACOGEDORA CRUZ, EL AÑO 1588, EL CUARTO DE SU PONTIFICADO».

 

La fuente de la base del obelisco, casi imperceptible ante tal colosal monumento, se construyó entre los años 1603 y 1607. Posiblemente sea un diseño de Doménico Fontana o de Flaminio Ponzio. De una concha y dos delfines con las colas entrecruzadas brota elegantemente el agua a una hermosa cuenca inferior de mármol.

 

fuente obelisco lateranense

 

Tiene grabados los emblemas heráldicos del papa Clemente VIII “Aldobrandini”: el águila y los dos dragones, enmarcando la tiara y las llaves pontificias.

Antiguamente también había dos lirios de bronce, símbolos heráldicos del Papa León XI “Medici”, colocados a los lados de la estatua de bronce de San Juan Evangelista. Ésta se ubicaba sobre la plataforma elevada. Pero, tras ser alcanzada por un rayo y dañada, la estatua fue removida en el siglo XIX para ser reparada. Desde entonces se desconoce su paradero.

Donde hoy se encuentra el obelisco, durante siglos estuvo la estatua ecuestre del emperador Marco Aurelio. 

 

 

Hoy la podemos visitar en los Museos Capitolinos. Muy pronto hablaremos de ella y la leyenda e historia que encierra…

 

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