QUIRINO
PERSONAJES

QUIRINO

Quirino era el dios de la guerra de los sabinos. Era una antigua divinidad itálica de los primeros que se asentaron en una de las colinas de Roma, que, por él, se llamó Quirinal.

Quirino era el patrón de los ciudadanos, los quirites (nombre sabino tradicional de los ciudadanos de Roma). Fueron llamados así tras el acuerdo que puso fin a la guerra provocada por el Rapto de las Sabinas. Ese evento se tradujo en una diarquía en el gobierno de Roma, integrada por Rómulo y Tito Tacio. Ésta definía al ciudadano individual, en contraste con la comunidad.

Junto con Júpiter y Marte, formó parte la primitiva triada divina de Roma, luego sustituida por la triada Capitolina (Júpiter, Juno y Minerva).

Plutarco precisa que los antiguos llamaban quiris a la pica o lanza. De hecho, llamaban “de Quirítide”  a una estatua de Hera que se levantaba sobre una pica, mientras que atribuían a Ares la lanza clavada en la Regia y con una lanza se premiaba a los que destacaban en los combates.

Quirino era el dios guerrero, el “Portador de la Lanza”. Su identificación como hijo de Marte facilitó su identificación con Rómulo, a quien por ello se veneró con ese sobrenombre.

Apenas se conoce su apariencia. Tan sólo antiguas monedas nos muestran el semblante de Quirino. El dios tiene un aspecto sereno y solemne, una gran barba ondulante con rizos y una corona de laurel cuyas trenzas caen sobre la nuca.

La mitología refiere que Rómulo desapareció ascendiendo a los Cielos un 17 de febrero del año 717 a.C. Al parecer sucedió en el Pantano de la Cabra (Palus Caprae, en el Campo de Marte), mientras estaba administrando justicia. Ovidio (“Fastos, Libro II”), lo explica así:

 

“De repente, el sol se quitó, y las nubes subsiguientes ocultaban el cielo, y una lluvia pesada caía a cántaros. Por otro lado tronaba, por el otro se abría el cielo con los rayos que caían. Se produjo la desbandada, y el Rey ascendía a las estrellas en los caballos de su padre (Marte). Había duelo, y los padres (senadores) se encontraban con la acusación de un falso crimen … “.

 

Y ese día, desde entonces, es conocido como “nonas caprinas”.

Tras su mítica ascensión a los cielos, Rómulo se apareció, majestuoso y vestido con armas relucientes y flamantes, a su fiel e íntimo amigo Julio Proclo. Éste, labrador de irreprochable vida, que nunca mentiría por provecho propio, se presentó luego en el Foro. Allí manifestó a los romanos que al regresar del campo vio a Rómulo que salía de la ciudad armado, y cuando estuvo cerca oyó que decía lo siguiente:

 

“Julio, anuncia a los romanos de mi parte que el genio que me correspondió cuando nací me conduce hacia los dioses, pues he acabado mi vida mortal. Soy Quirino”.

 

Así lo refiere Dionisio de Halicarnaso en su obra “Historia Antigua de Roma (Libro II)”.

No obstante, también es legendario el relato ampliado por Cicerón (“Sobre la República, Libro II”). En él se cuenta que los senadores (padres) temían que se les inculpara de la muerte del rey Rómulo, y por eso habían favorecido la versión dada por Julio Próculo.

Marte y Quirino se presentan como dos caras opuestas de una misma divinidad, como representando la dualidad entre invierno y verano, noche y día, muerte y vida, guerra y paz:

 

  • Quirino es el Marte que preside sobre la paz, siendo adorado dentro de la ciudad.
  • Marte es el que preside la guerra (belli Mars), tenía su templo fuera de la ciudad.

 

En la imaginería, Rómulo-Quirino suele representarse con atributos militares: una corona de mirto, combinando el atuendo de Pontifex Máximus con el de exitoso general, vistiendo una trábea (toga con franja de púrpura).

Y, pese a que Júpiter Capitolino fue entronizado como protector de la nueva Roma, Quirino fue siempre venerado como el primitivo dios de la ciudadanía romana.

EL TEMPLO DE QUIRINO

En el 293 a.C. el cónsul Lucio Papirio Cursor ordenó la fundación, en la cima del Quirinal, de un templo dedicado al dios Quirino. Se edificó sobre un arcaico santuario, posiblemente de época sabina.

 

TEMPLO DE QUIRINO
Recreación del Templo de Quirino

 

La única representación que de él se tiene procede de un relieve de mármol (del siglo II) hallado en 1901 en la Piazza Esedra  (la acual Piazza della Repúbblica). Hoy se forma parte del Museo Nacional Romano, y se conserva en los depósitos del Palazzo Massimo alle Terme (Largo di Villa Peretti, 2).

El arquitecto Vitruvio, aunque no precisó su ubicación exacta, lo describió así:

 

“Al parecer, estaba situado en una explanada, rodeado de un pórtico dórico, con doble columnata (el Pórtico de Quirino). Dos mirtos sagrados flanqueaban la entrada: el mirto de los Patricios y el mirto de los Plebeyos, en representación de ambos estamentos romanos”.

 

La leyenda refiere que el mirto Patricio duró muchos años, exuberante y floreciente, mientras que el Senado también floreció. Al mismo tiempo, el mirto Plebeyo estaba reseco y escuálido. Poco después el Plebeyo se fue recuperando, pero el Patricio paulatinamente fue poniéndose amarillo (al debilitarse la autoridad de los senadores tras la guerra social de Marsica, en 91-88 a.C.) y poco a poco se fue volviendo estéril, y finalmente se pudrió.

El templo fue destruido por un incendio en el año 43 a.C., siendo restaurado por Augusto. Frente a él, Domiciano hizo construir un pequeño altar para conmemorar el incendio de Nerón del año 64.

Recientes hallazgos arqueológicos han puesto de manifiesto que el complejo monumental del Templo de Quirino se encuentra bajo el actual  Palazzo Barberini, y no donde se presuponía (bajo los jardines del Quirinal). El templo se extendería entre las actuales Via Barberini y la Via delle Quattro Fontane. Allí se hallaron enormes muros y parte de su imponente cimentación. También se localizaron varias estancias (algunas con frescos), que han sido identificadas con las subestructuras del gran podio del Templo.

LAS QUIRINALIA

En su honor, cada 17 de febrero se celebraban antiguamente las Quirinalia. Ese día se celebraba el rito del primer tostado de espelta, base de la dieta de los primeros romanos, utilizada para la elaboración de pan, focaccia y puls (una infusión, similar a la polenta).

También se la conoció como «Fiesta de los tontos» (Stultorum feriae) porque ese día, quien, por olvido, no realizaba los ritos prescritos (el tueste de espelta) en las fiestas anteriores de las otras curiae (barrios), les estaba permitido hacerlo allí, en el Quirinal.

Su culto lo presidía el Flamen Quirinalis, un flamen mayor especial instituido por Numa Pompilio, sucesor de Rómulo.

Más tarde, cuando el cultivo del trigo común suplantó al de la espelta (variedad de trigo), Augusto trasladó la festividad de las Quirinalia al 29 de junio. Al parecer porque en esa fecha era cuando se cosechaba.

 

 

 

 

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